*Los conservadores hacían negocio con la salud; Latinus lo forman vendedores de medicinas y equipos médicos
Antes de terminar nuestro mandato —en septiembre—, vamos a tener el mejor sistema de salud pública del mundo, aunque parezca utópico, increíble, fantasioso; nada de eso, afirmo el presidente Andrés Manuel López Obrador en La Mañanera de este martes 9 y a la que asistieron los 23 gobernadores morenistas del país para hacer un pacto para garantizar el derecho a la salud del pueblo de México, porque se había llegado al extremo de hacer negocios con la salud del pueblo.
Dijo que este sistema de salud tendrá todos los médicos que se necesitan, médicos generales en un poco más de 11 mil centros de salud, en unidades médicas, médicos especialistas para la atención del segundo nivel de salud; especialistas en hospitales, todos los que se requieran; estudios en centros de salud, sobre todo en hospitales; equipos completos, modernos; intervenciones quirúrgicas; medicamentos, todas las medicinas que se necesiten, que se requieran, cuesten lo que cuesten, con abasto suficiente. Y todo esto para atender a la población sin seguridad social.
Y también para los que tienen seguridad social, pero viven en comunidades apartadas, en zonas marginadas, porque queremos que se integre todo el sector Salud, porque no hay mexicanos de primera y de segunda, todos tenemos el mismo derecho a la salud.
Indico que a los conservadores, porque vamos en dirección opuesta a lo que fue la política neoliberal o neoporfirista, son partidarios de la privatización, que los servicios de salud se cobren, que se pueda curar el que tiene dinero para pagar una consulta, una operación, una intervención quirúrgica, o para comprar los medicamentos, no quisieran que existiera la salud pública, y sostenemos que la salud no es un privilegio, es un derecho del pueblo, somos partidarios de que el ser humano, en particular el mexicano, tiene que tener seguridad social desde que nace hasta que muere, desde la cuna hasta la tumba; eso nos hace distintos, nos hace diferentes.
Políticos corruptos, inclusive dueños de medios de información o, más bien, de manipulación, vendían medicamentos, hacían hospitales; políticos del más alto nivel, porque sólo 10 empresas —ni siquiera laboratorios— distribuidoras de medicamentos le vendían al gobierno más de 100 mil millones de pesos en medicinas de mala calidad, caducas. Y este monopolio, esta mafia contaba con la protección del gobierno en su conjunto, porque legalmente no se podían comprar los medicamentos en el extranjero; había una ley para que sólo se compraran los medicamentos en México y de manera especial, con dedicatoria, que sólo vendieran los medicamentos estas empresas que se fueron desarrollando al amparo del poder público. Una gran corrupción.
Señalo que con las campañas de desprestigio, llegaron al extremo de acusarnos de dejar sin medicinas, sin tratamientos, a niños con cáncer, todo por su enfermedad, su ambición desmedida por el dinero, porque eso es lo único que les importa, los mueve, eso los tiene enajenados, ese es su dios, el dinero, y a pesar de toda esa campaña de desprestigio… Todavía hace uno o dos días, en toda la narrativa del debate, ¡en toda la narrativa del debate!, si ustedes lo analizan, se habló de lo que sostienen nuestros adversarios de los medios de manipulación, fue eso, no reconocer absolutamente nada. Es la narrativa de Televisa, y de Azteca, y del Reforma, y de El Universal, lo que utilizaron para hacer las preguntas en el debate con una supuesta consulta a todos los ciudadanos, dejándole a los conductores el privilegio de poder escoger qué preguntas hacer.
Y ‘¡qué mal estamos en salud!’’ sin reconocer absolutamente nada; ‘qué mal en educación!, ¡qué mal en todo’. Aun así, aun así, no pudieron dejar mal —yo no estoy hablando de partido— lo que se ha hecho en el combate a la corrupción.
No fueron capaces de hacer distinciones, todo fue a tabla rasa, las preguntas. Recuerdo una de Denise: ‘¿Cómo hacerle para enfrentar la gran corrupción que persiste, que viene desde no sé qué gobierno, pero ahí está?’, como si nosotros fuésemos iguales, si no nos hubiésemos dedicado por completo a desterrar la corrupción.
¿Cómo no vamos a ser distintos? Aquí me pasaría poniendo ejemplos. Ojalá y Denise logre hacer un análisis para diferenciar. Ahora, por ejemplo, Denise, ya no se condonan impuestos, ya no se le condonan impuestos a Televisa ni a ninguna empresa, que eran las predilectas del régimen. ¡Cómo vamos a ser iguales!
Ahora, precisamente ya no se permite esta corrupción que padecimos en todo lo relacionado con la salud.
¿Quiénes son los que forman parte de Latinus?
Vendedores de medicinas y de equipos médicos.
¿Quiénes patrocinan los programas de radio, de televisión de Ciro Gómez Leyva?
Vendedores de medicamentos, constructores de hospitales con contratos leoninos.
¡Ya basta de corrupción! Afortunadamente, aun cuando la mayoría de los medios están por entero entregados a la mentira, a la difamación, a la calumnia, tenemos esta oportunidad, esta conferencia mañanera —o matutina, de acuerdo a los intelectuales orgánicos— que nos permite ejercer nuestro derecho de réplica, y ahora que tenemos esta oportunidad, porque antes ellos controlaban todo y manejaban a su antojo la información, y ellos decidían qué se informaba y qué no, y había cercos informativos. Ya no, ya existe este medio, esta conferencia de comunicación, de mensajes de ida y vuelta, este diálogo circular que no existía, y también las redes sociales.
Ahora es distinto, pero lo más importante de todo, lo más importante de todo: hay un pueblo muy consciente; el pueblo es mucha pieza, un pueblo muy inteligente, muy informado, muy consciente. Ha dado resultados, estamos ya recogiendo, cosechando los frutos de un trabajo de muchos años de millones de mexicanos, porque esto lo hemos hecho entre todos, de ir casa por casa, plaza por plaza, informando, orientando, concientizando, esto que llamamos revolución de las consciencias, y por eso podemos resistir todos los embates, todas las campañas de calumnias, las que surgen en México y las que vienen del extranjero, como esa que echaron a andar desde el extranjero de ‘AMLO narcopresidente’ con el New York Times, con información de la DEA, con el Premio Nobel del periodismo o su equivalente, toda una campaña.
Expuso: Creen que nos estamos chupando el dedo o que es como antes, que los gobiernos se arrodillaban ante las hegemonías, ante gobiernos extranjeros. Ahora no, México es un país independiente, libre, soberano, no somos colonia de ningún país extranjero. Y vamos a seguir resistiendo. Y esto también lo digo por la agresión a nuestra soberanía en Ecuador. Hoy vamos a dar a conocer imágenes que se tomaron de adentro de la embajada de la forma tan autoritaria y vil en que allanaron nuestra sede diplomática, el asalto a nuestra embajada, y eso no lo hace un gobierno si no siente que tiene respaldo de otros gobiernos o de potencias. Por eso, vamos a llevar a este asunto a la Corte de Justicia Internacional. A México se le respeta, preciso.



