
*Muy equilibrado mensaje por los jesuitas ejecutados, se investiga si había arreglos, acuerdos, impunidad
El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su pésame a los jesuitas por la ejecución de los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, el pasado 20 de junio en Cerocahui y dio respuesta al mensaje del papa Francisco que escribió en sus redes sociales: ‘Expreso mi dolor y consternación por el asesinato en México anteayer de dos religiosos jesuitas y de un laico. ¡Cuántos asesinatos en México! La violencia no resuelve los problemas, sino que sólo aumenta los sufrimientos innecesarios”.
Al respecto, dijo: Estamos totalmente de acuerdo, porque hay todavía quienes piensan que la violencia hay que enfrentarla con violencia, el mal con el mal.
También dijo que aun cuando se hayan localizado ya los cuerpos y la del guía de turistas Pedro Heliodoro Palma Gutiérrez, hay que investigar porque es inaceptable y además muy sospechoso el que una persona así llevara una vida tan normal porque, de acuerdo al informe de la fiscalía del estado de Chihuahua, era patrocinador de un equipo de béisbol, con los antecedentes que ya tenía, y conocido en toda la región y con órdenes de aprehensión.
Lo conocen en toda la sierra de Chihuahua, entonces, hay que ver si no había impunidad, protección, arreglos, acuerdos, con quiénes. Entonces, sí vamos ir a fondo, que se conozca toda la verdad. Y es seguro que los propios sacerdotes, los propios jesuitas que vivían ahí, las madres, saben todo y con mucho cuidado pueden ayudar; además, son misioneros, es gente que dedica su vida a ayudar a los más desposeídos, a los abandonados, a los débiles. Entonces, va a ayudar mucho el que sepamos todo.
-¿También lo saben las autoridades?
-Sí, por eso vamos a esperar a que se haga la investigación. Vamos despacio, o sea, no caigamos en ninguna provocación.
En la conferencia de prensa mañanera de este jueves 23, se interrogó al Presidente si ante estos sucesos lamentables no se replanteará la estrategia de seguridad.
Respondió: No; al contrario, este es el camino.
Añadió: todo esto es el fruto podrido de una política de corrupción, de impunidad, que se implementó desde los tiempos de Felipe Calderón.
-Pero hay más violencia, más asesinatos que en los anteriores.
-Sí, porque no se puede arrancar de raíz de la noche a la mañana, de un día para otro un problema que lleva años y que además se propició, se alentó.
Imagínense ustedes, si el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón era protector de un grupo de la delincuencia. Es que lo que sucedió fue gravísimo. Lo que pasa, que como era un gobierno de la oligarquía, un gobierno de la mafia del poder que tenía el control, y sigue teniendo, de medios de comunicación, de intelectuales, pues todo lo resolvían de manera mediática, hasta que la gente se dio cuenta y por eso se llevó a cabo el cambio en el país. Pero el daño fue muy grave, muy grave, y hemos hablado que los errores en política son como crímenes.
Dicen: ‘Es que ahora hay más asesinatos que en la época de Felipe Calderón’. Sí, nada más que nosotros recibimos los homicidios hasta la punta, hasta mero arriba y Calderón no recibió así el país, él lo llevo arriba, y todavía en el gobierno pasado le subieron más.
-Esa es una cosa. Y lo otro es que falsificaban información, pero está desde antes, de cómo fue subiendo. Esto es homicidios. Claro que convencer pues a los involucrados o voceros de esta mafia no es fácil, tratar de convencer a los periodistas que trabajaban en el régimen, que apoyaban a delincuentes.
¿Por qué no nos plática Loret Mola cuál era su relación con García Luna? ¿Por qué no hace un reportaje sobre eso, en una actitud autocritica? Y el mismo Calderón, ¿por qué no habla?, no dice nada.
La estrategia era responder a la violencia con la violencia, pero ni siquiera parejo, sino con los que tenía acuerdos el gobierno o García Luna, pues podían actuar con impunidad; los que no tenían acuerdo, pues esos sí eran perseguidos y frontalmente atacados, al grado de que se les eliminaba, era ‘mátalos en caliente’.
Ahí vamos de nuevo a poner el nivel de asesinados en enfrentamientos cuando Calderón, porque se olvida. Los remataban, había la instrucción de aplicar toda la fuerza y les decían a los jefes militares que ellos hicieran su trabajo sin ninguna consideración, porque el gobierno se hacía cargo de los derechos humanos.
Pues eso era lo que sucedía y ahora con un nivel de cinismo, cretinismo, dicen: ‘¡Qué barbaridad!’
Por eso me pareció equilibrado el mensaje del papa. Esta gente, estos conservadores no hubiesen querido eso, que el papa dijera: ‘La violencia lo que produce es más sufrimiento’.
¿Esa era la mentalidad, la doctrina, el pensamiento que guiaba la acción con Calderón?
No, era barrer, limpiar y al mismo tiempo extorsionar y establecer relaciones de complicidad con la delincuencia. Todo esto es lo que estamos enfrentando.
Son dos cosas, y vamos avanzando:
Primero, atender las causas, que nunca atendieron ellos, nunca atendieron a los jóvenes. Nunca atendieron las causas, nunca atendieron a los jóvenes, porque desprecian a los pobres, desprecian al pueblo, ese es el fondo del asunto, son clasistas, son racistas.
No vivíamos en una democracia, era una oligarquía. De acuerdo a Aristóteles, la oligarquía es el gobierno de los ricos, para hablar en plata; la democracia es el gobierno del pueblo. La democracia era de fachada.
Entonces, ahora estamos atendiendo las causas y claro que lleva tiempo, porque con la profunda crisis y sobre todo con la pérdida de valores se desintegraron familias, se afectó el tejido social, se quería hacer valer que lo importante era lo material, el dinero.
Y ahora hay que insistir que sólo siendo buenos podemos ser felices y por eso ‘¡qué barbaridad!’, les extraña, les sorprende y lo ven como una desproporción, un dislate: ¡cómo de que abrazos, no balazos!, y ahí coincide plenamente este conservadurismo de nuestro país, este pensamiento conservador, con el pensamiento conservador del gobernador de Texas, pero no con el papa, ¿eh?, ni con otros.



